Ahí es cuando me siento en mi sitio. En el de una sumisa segura de sí misma y feliz porque sigue su naturaleza complaciente y de entrega de un modo completo, estando en el lugar que le toca.
No hay mayor Tesoro ni riqueza material en el mundo para una sumisa como yo, que el corazón de un Dominante.
No hay mayor plenitud y satisfacción en el mundo, que cuando se ama ése corazón que se nos entrega, no....
Sin todo ésto se puede vivir, sí, pero no completamente, no al cien por cien...
Así lo he comprobado a lo largo de mi vida, rodeada de Dominantes, sin ni siquiera saber que ésto era BDSM...
Y es que es TAN fácil aceptarse y querer vivir .....
Melody, de nuevo....
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