viernes, 7 de febrero de 2014

Pero esto no termina aquí...

Siento que ha llegado el momento en que debo saltar a otra fase de mi vida.
Este blog, ha servido (muy mucho) para desgranarme, para desnudarme, para mostrarme a mí misma quién soy. Ha sido mi espejo, en el que mirarme durante todo el proceso, para rescatarme a mí misma en momentos de confusión. Y lo será cuando lo necesite.

Espero que también haya servido a más de una persona a verse reflejada en él, a no sentirse solo/a, ya que en el proceso de metamorfosis, lo peor es sentirse extraño, incomprendido/a.

Pues bien, aquí quedan mis palabras, mis reflexiones, mis vivencias, y deseo que alguien pueda dar con ellas siempre que las necesite.

Siento que mi camino de aprendizaje nunca jamás terminará, pero ya no debo reafirmarme, porque ya sé quién soy en lo más esencial, porque el resto, vendrá solo.

He planificado un viaje sin yo a penas cerciorarme de ello, y siento en lo más profundo de mí, que es hora de iniciarlo.

No es un adiós, ni mucho menos, porque continuaré escribiendo, pero en otro lugar, desde otros lugares.

Para los que os quedéis aquí: GRACIAS.
Para los que me queráis continuar siguiendo: GRACIAS también.
Aquí me encontrareis: http://viajesumision.blogspot.com.es/



jueves, 6 de febrero de 2014

Being yourself, always...





Cierto es que, cuando estás constantemente preguntándote que es lo que los demás piensan de ti, es cuando te pierdes.
Para acabar de metamorfosear, no creo que preguntar a los demás como te ven o te han visto, sea una posible solución. Quizá una ayuda, pero nunca la solución final.
Uno mismo debe verse, contemplarse, observarse y saber si ha estado en equilibrio, en calma respecto a su sentir, tanto hacia el otro, como hacia sí mismo. A partes iguales, pero primero, hacia uno mismo.

Ahí está la clave de todo. Sentir que te has gustado, que te has sentido libre, que no te has invadido o anulando un espacio reservado a ti mismo, y que si lo has hecho, es bajo tu propio consentimiento.
Es importante darse cuenta de la responsabilidad que tienes hacia ti mismo, de tus fantasmas, de tus miedos, y de la lucha que debes lidiar tu solo, aunque te ayuden, pero la lucha no es más que tuya propia. Nadie más es responsable de ello.

Si no te has gustado completamente, si has abandonado una parte de tu espacio vital (aunque sea por un momento), debes revisar, ser consciente, y ponerte manos a la obra.

El centro es de uno, y se debe recuperar, para no abandonarse completamente y saltar a la deriva, porque me quiero entregar, sí, pero desde mi centro, dando lo mejor de mí misma en todo momento...



miércoles, 15 de enero de 2014

Porque el día es hoy...

Cuando amas lo que eres, lo muestras.
Cuando amas lo que sientes, lo disfrutas.
Cuando la vida te trae un regalo, ¡ábrelo, obsérvalo, experiméntalo, gózalo!

Porque cualquier día se puede romper por el exceso de uso.

Pero habrás mostrado lo mucho que has disfrutado abriéndolo, observándolo, experimentándolo, gozándolo...

Una simple llamada

Suena el teléfono y oye su voz. Esa voz aterciopelada hace que se vuelva a estremecer, a pesar de las 1.100 horas que han pasado ya desde su último beso, el de despedida, el del aeropuerto.
Ella no sabía que sería el último. Creyó que sería el primero de muchos y más profundos. Y lo sintió en el corazón.

Su voz la embriaga, y él empieza a dominar la situación con sus suaves palabras, su puesta en escena, provocando que ella se quede sin voluntad. Ya está cedida, entregada a él de nuevo y sin a penas percatarse, pero como siempre fue en realidad.
De repente se da cuenta de que está volviendo a revivir en cada uno de sus sentidos, en su cuerpo, aquello que vivió, aquello que sintió en su presencia. Y se excita. Su pulsión es tan fuerte que vuelve a perder su razón. Ella siente que ya no es ella, sino Su Perra. Solamente la excitación y el deseo de complacer al que siente deseosa y profundamente como su Amo, hace que su entrega sea mayor. Únicamente pensando en complacer al que siente como legítimo, ella ofrece, sin esperar órdenes, ofrece de corazón aquello que ella tiene: su SER.

Y él continúa narrando, haciendo que ella a cada palabra, a cada frase, se excite más, siendo difícil el control, pero no duda ni por un momento en no esperar a su permiso. Aguanta, sintiendo como cada músculo está tensado, cada tendón está a punto de desgarrarse, todo su vientre está a punto de explotar. Sus caderas se mueven en círculos, siguiendo el ritmo de la narración, porque él alimenta a cada paso el ritmo, porque él domina, controla, porque él sabe que la tiene completamente en sus manos, controlada, dominada. Porque no hay distancia física. Porque ella está entregada y él está dominando.
Llega la orden y algo explota dentro de ella. Cerrando los ojos, boca arriba, ve como del centro de su pecho, un haz de luz se dirige hacia él, intentándole hacer llegar cada partícula de su éxtasis.

Tiembla, y mientras las lágrimas inundan sus ojos, se le pone un nudo en la garganta, que intenta disimular volviendo a hablar, pudiendo sonar incluso forzado, para que no se note, para no querer hacer sufrir a aquél Dominante que la ha vuelto a llevar de nuevo al éxtasis. Porque el premio ha sido suyo. Ella siente como el brutal orgasmo que acaba de vivir, no es suyo, sino de Él... como todos los vividos con Él...




viernes, 3 de enero de 2014

La entrega desde el deseo o desde la necesidad.




Doce largos meses han pasado ya desde que le pude poner nombre a lo que me había llevado de psicólogo en psicólogo, de depresión en depresión sacando poco en claro en mis emociones. En mi cabeza, las teorías leídas, habladas, estaban muy claras, pero entraban en un conflicto directo con lo que sentía a nivel emocional.
Ha sido un año duro en cuanto a aprendizaje de muchas cosas de mí misma, pero sobretodo, en hacerme responsable de mi propia naturaleza y obrar en consecuencia.
Recuerdo la primera vez que estuve con un Dominante. La necesidad de experimentar era tan urgente, que me olvidé de todo lo aprendido en la teoría. Como dijo Confucio: Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.
Hubieron más aventuras después de esa experiencia, cargada de obstinación por llevar a cabo un deseo. Hasta me imaginé (y creí) que estaba enamorada. Pero lo efímero, igual que entra, se va... es fugaz. Y francamente, es buena señal, ya que en ello está la respuesta a la gran pregunta: ¿realidad o fantasía?.

Pero llega un día, fruto de un trabajo intenso e interno, en que todo cambia. Has trabajado duramente, has interiorizado tu sentir. Has investigado más sobre ti misma, sobre tu sentimiento de sumisión, sobre tu sentimiento de mujer.
En ese instante, lo ves muy claro. No sientes la necesidad de entrega "porque sí". Tu necesidad de sentir la sumisión la tienes cubierta por ti misma, por lo que no necesitas a ningún Dominante con urgencia, o sentir que sin él no lo puedes sentir, trabajar, enorgullecerte de ello. Eres lo que eres, y por tí misma.
Sientes que deseas entregarte, y eso jamás desaparece, ni desaparecerá, pero lo harás por deseo y voluntad, no por necesidad, librando a su vez a mi futuro Dominante de una dependencia emocional, que puede llegar a ser enfermiza, destruyendo algo tan hermoso como es la entrega y la dominación.

Y lo sé, porque lo sentí, y así lo continúo sintiendo....

domingo, 29 de diciembre de 2013

Fuiste real...

Porque nunca fuiste una mentira, un sueño vacío, o una fantasía.
Porque nunca fue rápido, sino despacio saboreando palabra a palabra, llamada a llamada.
Porque fue creciendo despacio, sin prisa.
Porque cuando más ansiosa me sentía, desorientada, intentando aferrarme a lo primero que pasó, creando una mentira en mi mente (por puro temor), lo empecé a asumir.
Las fantasías que crea la mente, pueden ser fuertes y hasta parecer reales, pero lo único que lo diferencia de la realidad es el SENTIR.
Y de eso no hay duda. Porque no hay temor.
Y cada día lo repito:" te ha rechazado y no pasa nada", para saber donde estoy y, aún y así, sigo sintiendo lo mismo...
Y al final, haces las paces contigo misma, y dejas de explicar a quién ya no te quiere creer, por mucho que expliques.
Creo que poco más puedo hacer, porque ni una oportunidad de demostración he tenido.

Pero es igual, porque sigo sintiendo lo mismo...

Y avanzo en mi camino de aprendizaje de mi sumisión, pero sin querer, ni buscar nada fuera de mí.

Porque a ti te deseaba, no te necesitaba....

No me digas que fue un sueño...

martes, 17 de diciembre de 2013

También puedo reír, aunque me duela.....

Porque me lo debo a mí, a mi propia naturaleza sumisa, terca, melancólica, pero muy alegre e impetuosa cuando ve la luz... 




Porque no hay marcha atrás, ni nunca la hubo....




Porque me rendiré ante el rechazo y la decepción, pero me volveré a levantar...




Porque al final solamente, queda reírnos de nosotros mismos disfrutando tanto (o más) de como la vida se ríe de nosotros....


(Me encantan las caras de los "sorprendidos"......)

GRACIAS, por esas manos tendidas..... 
A vosotros os dedico este post.

Mimi