sábado, 22 de junio de 2013

¿Quién confunde el qué?

Dominantes que ya no viven el BDSM como un modo de vida de sus relaciones íntimas, o están "desentrenados", se acaban convirtiendo en un pequeño obstáculo para una sumisa con DETERMINACIÓN e IDEAS CLARAS, pero con mucha inexperiencia como yo.

Después de muchas dudas, y momentos de sentimientos dañinos, como el miedo al abandono, la frustración y la culpa, vuelves a tu sitio y analizas.
Para ello dejas que te invadan éstos sentimientos y una luz te hace verlo TODO muy claro.
Dejas el lamento a un lado, resurgiendo con más fuerza y calma, instalándose de nuevo la SERENIDAD en tu interior.

Y llegas a una conclusión:

Cuando sigues tu camino hasta el final y con todas sus consecuencias. Cuando tu corazón, tu instinto y tu mente han estado casi en completa harmonía (digo "casi" porque soy consciente que continúa habiendo mucho trabajo personal a realizar), que lo has hecho de la mejor manera que has sabido dando mucho de ti, es entonces cuando buscas qué falla...

Y entristece mucho reconocerlo. Más que en mis relaciones vainilla, donde había rabia e impotencia.... Aquí duele...

¿NO ME OYEN GRITAR 'DOMÍNAME!'?... 

Que NADIE se equivoque (Yo inclusive). Que no soy una vainilla con ansias de manipulación, buscadora desesperada de pareja, o jugadora de "parchís" de alcoba.
Que ADORO la personalidad dominante, y que soy una sumisa natural MUY ORGULLOSA de ello sin llegar a ser una FRIKI...

A pesar de todo, queridos Dominantes, tengo fé y confianza, pero ésta vez más allá, ésta vez en la vida, el resto viene solo...



No hay comentarios:

Publicar un comentario