Me he agotado de virtualismos fríos donde las miradas te las tienes que imaginar, donde las palabras quedan reflejadas en una pantalla, pero que los actos borran de un plumazo.
Está llegando el día en que necesito más gente real.
Ya me apetece la intimidad de la lectura, no digo que no. Esos largos correos electrónicos, que dejen entrever a la persona, como primer paso. Me gusta la sensación que me dejan. Pienso en ellos, en su respuesta, en su reciprocidad, dejando de lado las prisas... Y ahí saboreo, sabiendo que poco a poco se va llegando a la meta del encuentro.
Tarde o temprano necesitaré y querré oirles, ver sus caras, pero sobretodo, sus miradas. Éstas dudo mucho que me lleguen a engañar mucho más allá de 2 conversaciones.
Pero no quiero más "ya", "inmediatamente"....
El chat ya lo encuentro frío, distante y ansioso. A penas hay profundidad. Hay insistencia y urgencia. A penas hay el placer de saborear la calma.
Y cuando aparentemente no hay urgencia, una frase a cerca de los deseos de ver tu cuerpo, desenmascaran al que te ha pretendido con falsas promesas a cerca de su honestidad.
Y te indignas más aún cuando has sido completamente honesta, anunciando tus intenciones de querer conocer a la persona y al Dominante.
Estoy agotada de quedarme en la entrada del castillo.
Necesito adentrarme en las profundidades de sus mazmorras, mientras bebo una taza de té, un refresco o un gin-tonic....
Ay, cómo te entiendo! Durante una época viví pegada a la pantalla. Y cuando toca despedirse y apagar el ordenador... qué soledad tan profunda te deja ese momento al volver a la realidad de tu piso vacío...
ResponderEliminarAunque, como dices, está bien el chat para una primera toma de contacto, no hay nada como el cuerpo a cuerpo... ;)
Exacto Llara..... un vacío brutal.... Y qué quieres que te diga? pues que ya prefiero llenarme de recuerdos de momentos vividos con gente real... Soy capaz de montar una "simple" cafeteria BDSMera... jejejejeje Bs.
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