viernes, 30 de agosto de 2013

Desembarco de Normandía


Y vas explorando. Pero no desde la soledad.

Hay personas a las que ya consideras amig@s, porque compartes con ellos tus confidencias, e incluso con los que compartes (aunque sea en la distancia) las primeras experiencias físicas.

- Fulana, ¿has probado la cera en los pechos?
- No Mengano, la verdad es que no... ¿Y no es muy peligroso hacerlo sola?- pregunta Fulana con curiosidad infantil.
- Si vas con tiento, no lo es. Si quieres te explico..... Mira: enciendes.....- explica animadamente Mengano, mientras Fulana lee atentamente las instrucciones y se va preparando...

Otras situaciones más, también compartidas, como:

- Fulana, ¿has probado las pinzas?
- Claro, en los pezones - responde ella toda orgullosa.
- ¿Y en la barriga?- pregunta Mengano
- Hay no.... - responde Fulana dándose cuenta de su inexperiencia.
- Pues en la barriga duele mucho. Te cuento..... - y Mengano empieza su explicación, mientras Fulana baja a buscar media docena de pinzas para empezar su experimento.

O bien llega el día en que una amistad te dice:

- ¡Hoy estas fatal y no paras de soltar memeces! En cuantito llegues a casa te das unos cuantos azotes a ver si esas incongruencias que no paras de soltar, desaparecen de una vez.
Y llegas a casa, lo haces, y compruebas lo bien que sienta....




Y así pasan las semanas, mientras experimentas y exploras. Y te das cuenta de que hay cosas que puedes aprender por tí misma, porque la curiosidad es muy grande, y no hay un Dominante a la vista con el que puedas experimentar.
Lo más intenso, lo dejas para más adelante, pero te tienes que estudiar, explorar, conocer, también para saber que es lo que puedes y lo que no puedes ofrecer al que será tu Amo.
Y te diviertes, porque lo haces en total confianza, completamente deshinibid@, compartiendo con esos amig@s que están haciendo un camino similar al tuyo.

Porque el objetivo final es prepararte para el Desembarco del Día D a la Hora H...


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