viernes, 9 de agosto de 2013

Tiempo y paciencia

Lees, te informas, y continúas fascinándote a cada letra que expone exactamente aquello que sientes.
Hablas via internet, llegan a tu vida personas, y con ellas más información.

Un dia, sin saber porqué, cae en tus manos el siguiente texo. Había leído cosas muy parecidas, pero ésta vez, no sabes porqué, te cala más hondo, lo ves más claro. Quizá como nunca.

Es cuestión de tiempo y paciencia que aparezca... Es cuestión de tiempo y paciencia que me entregue... Es cuestión de tiepo y paciencia que me enamore...



"El dominante debe tener el contro de sí mismo, antes de nada. Él es comprensivo, protector... No permite que su ego lo ciegue a la hora de aprender cosas sobre Él y sobre su sumisa.

Cuando el dominante encuentra una nueva sumisa, Él no exige respeto, sino que se lo gana, primero explora su mente, conociéndola a fondo, no busca seducirla, sino conocerla primero como persona, para así contruir una relación.

Si es un buen dominante, no hace todo esto para ganarse una sumisa, sino porque es capaz de encandilar a alguien sin la trampa de la sexualidad, NO es un ave de rapiña, sino un profesor que desea compartir sus conocimientos y con la satisfacción de que así puede ayudar a alguien más.

Él también sabe que su relación depende de la sinceridad, de la comunicación. Él será sincero respecto a su vida, a sus gustos, a lo que espera de ella, y sabe que ahí ella estará poniendo toda su confianza en Él, por lo tanto, no debe jamás defraudarla en ese sentido.

Para poseerla, primero debe ganarse su respeto y para hacerlo debe demostrar que es quién dice ser, que se preocupa por ella, que saltará sus límites para que ella se dé cuenta de lo fuerte que puede llegar a ser y que se tomará todo su tiempo para conocerla como persona primero, y luego como sumisa. Él sabe lo maravilloso que es el regalo que ella le da, y la confianza que pone en él.

Con éste propósito, habla con ella, conociendo sus necesidades y deseos, y expresando los suyos propios, incrementando la confianza en ella misma, saltándose poco a poco sus limitaciones, para hacerle ver, que puede ser más fuerte de lo que ella pensaba, es decir, abriendo poco a poco la flor de la sumisión.

Si ella tiene una baja autoestima, Él le muestra que es bella, enfatiza sus cualidades y le explica que el regalo que a Él le ofrece, es el más grande de todos, ella misma.

Él se toma su tiempo para conocer su alma antes que su cuerpo, ya que el dominante conoce a su sumisa, tiene lugar una conexiónque a él le permite adivinar sus deseos, sus necesidades, sus pasiones. Con éste nuevo conocimiento, el dominante puede llevar a su sumisa a cotas mñas altas de placer, guiarla y caminar con ella, juntos, mientras buscan niveles más altos de amor y compromiso.

Al aceptar a una sumisa, un dominante contrae muchas responsabilidades. Él no la ayuda sólo en el dormitorio, sino también en la vida. Él está ahí siempre que ella lo necesita, para cuidarla, para aliviarla cuando está deprimida, para aliviar su dolor cuando esté enferma, para ayudarla a superar sus miedos y preocupaciones, para abrazarla y amarla cuando necesite afecto.

Él lo hace porque así lo desea, ya que el regalo que ella le ha hecho, lo ha dado por propia voluntad. Él intenta comprender su mente, su alma, porque sólo así, ambos pueden crecer como personas. Ella es su posesión más preciada, y Él se esfuerza por mostrarle su amor así como lo hará ella todos los días.

El dominante no busca cambiar a su sumisa en lo que Él quiere, pero aprovecha la oportunidad de demostrarle lo que ella puede llegar a ser. Él disfruta mostrándole sus cualidades y la guía para ayudarle a convertirse en la persona que ella quiere llegar a ser. Él le indica cuál puede ser el camino más correcto a seguir, pero nunca se impone. Una vez que ella lo encuentre, Él la animará a seguir, empujándola despacio para que sea la mujer que Él sabe que puede llegar a se".

No hay comentarios:

Publicar un comentario