Lo que peor puedo llevar, en un momento dado, es la negación del orgasmo.... Pero ayer lo vi muy, muy claro. Tuve lo que mi terapeuta hubiera definido como un momento "Aha!".
Mi cabeza "retorcida" luchaba contra el pensamiento automático "vainilla, chocolate, pizza" o como se le quiera llamar, y mi Yo real...
Vivía ésta situación como una "travesura", "una putada", o "una tortura más", que me excitaba y gustaba de sobremanera, pero francamente lo llevaba mal... Me reconozco como una persona con ansiedad, dada a mi hiper-actividad mental, y es genial ver como el cambio de enfoque ha hecho que afiance la nueva visión, para mí, más nítida, lo que hace que esté mucho más tranquila...
Ni es una "travesura", "una putada", ni "una tortura más", sino que es una manera de potenciar un orgasmo mucho más intenso, vívido, que abarca no solamente a tu cuerpo, sino que tu cabeza tiene que dejar de pensar por un momento, porque la sensación es más intensa a lo que estabas acostumbrada, y por un momento tu "procesador" se para, se bloquea, no funciona, debiéndote abandonar al "simple" placer...
Y lo más, más importante, es una cuestión de confianza... No se me había pasado por la cabeza (o quizá sí, pero sin darle fuerza) aquello de "tranquila, todo tiene un porqué, y no es nada malo, ni se te quiere "putear", sino al contrario", y que he leído hasta el hastío....
Anuncio a los cuatro vientos sin gritar, ni hablar, simplemente escribiendo, que me gusta caminar descalza por mi camino, ya sea durante la luz del día, como en un Claro de Luna...
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