El avance...

A medida que pasan los días, y cuando el deseo que te excita en tu subconsciente lo haces aflorar a la consciencia, todo se torna más real.
Te transportas a una situación, que será real, ante un Dom que será real, y me observo. Porque tarde o temprano, será real.
Me doy cuenta de la vergüenza que siento, el pavor, la excitación y el miedo. No me engancho a ellas, sino que las observo.
En mi imaginación, ante la orden de mi Dom, se me dibuja una sonrisa. No es de risa ni de "cachondeo", sino de ilusión, vergüenza, excitación y de desafío....
Ilusión por estar viviendo algo profundo que sale a la luz y se vive en carnes; excitación, por la presencia de autoridad y por la experiéncias físicas a punto de ser vividas y de tornarse rales; vergüenza, por mi pánico escénico; y desafío, a mi educación social, anunciándole que me doblego por propia voluntad. Porque así lo deseo.

Empiezo a tocar de pies en el suelo, e intento contener y dominar mis emociones, tanto por mi bien, como por los que me rodean. La serenidad es la clave de todo. A ella me debo ahora...