miércoles, 21 de agosto de 2013

Soltando amarras...

Cuál barco que sale de un puerto estable, avanzo...

Me adentro al mar sin rumbo fijo, pero sin ir a la deriva. Me siento serena, a pesar de tempestades típicas de final del verano.

Me alejo del puerto del lugar en que me vió romper el cascarón, dejando atrás el último diceros que espero ver. Es una especie en extinción, pero en mi particular Arca no tiene cabida.
Y no parto sola. Mis compañeros infatigables están a mi lado. Surcando el mar, como yo...




Dejo atrás los duros dulces, porque me hacen daño en los molares; a los domadores de almas, porque el alma es indomable; y también a los que atan con seda tus tobillos a una barra de acero, porque éstos se acaban escurriendo fácilmente....

Cargo en mi petate la ilusión con la que acudí al astillero por primera vez.

Él me espera, y sabe que ya he emprendido el camino.

Solamente el viento sabe lo que tardaré en encontrarlo.

Si encontrais a un diceros en vuestro camino, marchad. No es más que un holograma y os hará sufrir...

Seguiré el vuelo de la gaviota, la paloma o el halcón, buscando los vientos y moviendo mis velas. Ellos me guiarán...

2 comentarios:

  1. Que los vientos soplen a barlovento siempre y cuando exista temporal las velas sigan en su sitio y los amarres sean fuertes para que no entre en deriva.

    Feliz llegada a puerto y que la gaviota te guié hasta él.

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  2. Gracias.... Llega un momento en que debes confiar en el viento, y en que sea tu aliado, pero no debo soltar el timón... Al menos de momento. Abrazo...

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